jueves, 31 de diciembre de 2009

12

Creo que un atardecer violáceo de un 5 de Agosto de verano puede ser igual o más mágico que una mañana fría del 25 de diciembre.

No creo mucho en los propósitos de año nuevo, quizá porque mis ciclos de cambio y crecimiento no se coordinan en lo absoluto con el inicio del año occidental; no creo que el 1 de enero sea el día ideal para comenzar con los propósitos porque me parece incongruente que se quiera iniciar un cambio en día feriado cuando lo único que se hace es precisamente no hacer nada. ¿Por qué no empezar la lista de propósitos un martes, un jueves, un domingo, o un miércoles cualquiera a las 11:30 am o a las 7:18 pm? ¿Porque no convertir cualquier día, semana o mes, en “época mágica para dar o para decir lo que el corazón siente o sencillamente para recomenzar” ?

Me gusta pensar que cada día es un buen día y sobretodo una oportunidad. Me gusta hacer recapitulaciones cierto período de tiempo, porque me gusta el significado de la palabra renovación; por esto más que una lista de propósitos, prefiero tener listas interminables de “gracias”.

Mi 2009 fue una montaña rusa de vivencias, personas y lecciones. Fue lanzarme, caerme, levantarme, volverme a lanzar, caer de pie; volar, amar, creer, dejar, equivocarme, aguantar, aprender, acertar, madurar, crecer, disfrutar.

2009 es igual a una sobredosis que no mata sino que te hace sentir más vivo, un festín exquisito de pruebas y victorias, una ensalada de lecciones con aderezo agridulce, el sentir a mi conciencia susurrándome al oído mientras mi locura daba pasitos sobre mi espalda, el volverme trapecista y saltar sin red, el seguir con los ojos cerrados un arco iris en día lluvioso y aún así, lograr encontrar el cofre del tesoro.

2009 fue asomarme a miles de puertas entreabiertas, descubrir cientos de lugares escondidos y escabullirme por los rincones secretos de alcantarillas, calles, ciudades, países, personas y fantasmas.

Mi 2009 termina y no habrá lista de 12 deseos y mucho menos de 12 propósitos, este año habrá una lista diferente; y ya que la esencia está en las personas y no en los lugares, esa única lista que habrá este diciembre 2009 será de aquellas 12 personas que me regalaron durante este año las más valiosas pruebas de entrega, fortaleza, dedicación, magia, amistad y amor; cada uva, cada mes, cada persona que hizo de este 2009 que termina, un año al que con una sonrisa sincera le digo adiós.

1.Enero
Pangui. Por ser esa coordenada la azar que me demostró que cuando pides algo con todo tu corazón, el universo conspira para hacerlo realidad. Por haberme hecho creer que de verdad la magia existe, por las historias maravillosas. Por ser filosofía de vida, música en el alma y luz en el camino; por darme la gran lección: “the greatest thing you´ll ever know is to love and be loved in return”

2.Febrero
Ani. Por la actitud siempre positiva ante cualquier situación de la vida. Por ser capaz de dejarlo todo para estar en ese momento cuando más se le necesita. Por ser ejemplo de amiga entregada y sin limitaciones. Por su sinceridad y franqueza, por haberse convertido en mi familia y por haberme permitido formar parte de su vida. Por haber descubierto a mi lado, los misterios y magias ocultas en cientos de puertas escondidas de nuestra Barcelona.

3.Marzo
Manigüi. Por estar presente aún sin estar físicamente. Por ser hermana con quien puedo llorar y reír, brincar y caerme, gritar en un concierto o perdernos por la ciudad; quien me escucha, me regaña y me divierte. Por abrirme las puertas de su casa, por darme las llaves del camino hacia mi propia tranquilidad. Por su valentía antes los cambios y etapas de la vida. Por todas las etapas, ciclos, aciertos, errores, “diablos”, “repechajes”, crecimiento y aprendizajes vividos durante todos los años juntas en nuestra pequeña gran Cholula.

4. Abril
Ana. Por regalar sin limites y a manos llenas su sonrisa hermosa y genuina que ilumina, sana y reconforta. Por haber compartido como una hermana, una de las mejores experiencias de mi vida, por haber reído, gritado, llorado y bailado como si fuera el último día. Por haber estado a mi lado para compartir las alegrías y por haberme ayudado a calmar los calambres físicos y emocionales que me dejaron adolorida pero que con su ayuda me hicieron más fuerte.

5. Mayo
Ophelie. Por cada uno de sus rizos llenos de curiosidad, chispa, alegría y dedicación. Por haberme demostrado que siempre se puede hacer más y se puede ser mejor. Por todas las fotografía de nuestra vida juntas que me llevo guardadas en el álbum de fotos a todo color de los mejores momentos de mi vida. Por enseñarme que nunca podremos dejar descansar al corazón, porque siempre habrá personas, sitios, cosas y momentos por las que valdrá la pena entregarlo todo.

6. Junio
Tocayi. Por ser ejemplo de tenacidad, perseverancia y entrega. Por ser prueba viviente de que no importan los obstáculos que se interpongan en el camino, siempre existirá una forma de llegar a la meta y hacer nuestros sueños realidad. Por dejar una huella en mi corazón, por ser “mano extendida, sonrisa que anima y mirada que comprende; por que con esa palabra que dice: aquí estoy! Logra dividir mis tristezas y duplicar mis alegrías”.

7. Julio
Fer. Por su mirada transparente que siempre regala palabras de aliento. Por su tiempo para escuchar, por su siempre optimista forma de ver la vida. Por las agallas para tomar las oportunidades que se presentan y volver cada día, un buen día. Por su tenacidad para lograr sus objetivos, por las noches de trabajo, por las mañanas en la playa, las tardes de debraye y reflexión. Por tener siempre sus brazos abiertos para recibirme, por tener en todo momento una palabra precisa y por estar ahí siempre, a pesar de la distancia.

8. Agosto
Grillo. Por sus palabras y silencios; por sus acciones y textos. Por su presencia, esencia, empuje y apoyo incondicional. Por regalarme lecciones de vida y por enseñarme a transformar las fallas en experiencias y las experiencias en aprendizaje. Por estar siempre y también por saber dejar ir. Por creer en mi magia y por creer en imposibles; por haberme regalado hermosos momentos de “querer” y no “deber”, por ser “equipo”; por tener hambre de vivir, por buscar ser feliz, por sus anhelos de revolución.

9. Septiembre
Ireri. Por la sinceridad y franqueza. Por sacudirme con palabras, por hacerme reaccionar con verdades, por haberme regalado ese dulce desayuno con hot cakes esa mañana cuando sentía que mi camino perdía dirección. Por los aventones en las noches para no perderme en la obscuridad, las comidas al medio día para alimentar el alma, las pláticas en la tarde para desahogar el corazón; por ser capaz de hacer lo necesario, hablarme, gritarme, golpearme o sacudirme hasta verme de nuevo en pie.

10. Octubre
Lawi. Por escuchar mis historias una y otra vez y por compartir las suyas sin importar el momento, lugar, distancia o circunstancia. Por hacer que el estar lejos no impida seguir compartiendo. Por enseñarme que “el amor no es un milagro, ni una noche de copas”, sino que en realidad si existe esa persona por quien se es capaz de dejar todo y recomenzar, con quien se puede compartir y experimentar libertad.

11. Noviembre
Cuatas. Por haber estado en el lugar y momento precisos para sujetarme con fuerza y así amortiguar mí caída del trapecio. Por haberme ayudado a subir nuevamente con más confianza, con más valentía, con más decisión, con más seguridad, con más ganas de volver a saltar. Por prestarme las llaves de un hogar que me llenó de fuerza gracias a sus pláticas, su tiempo y su apoyo incondicional.

12. Diciembre
Dinorah. Por su inagotable espontaneidad, por su incansable creatividad, por su energía, por las risas compartidas. Por haberme ayudado a abrir de nuevo mis alas, por creer que de verdad “puedo volar” y por enseñarme que lo más bello y valioso de llegar a las estrellas es tener la capacidad de disfrutar de la magnitud del viaje.
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12 personas a quienes agradezco de todo corazón, el que me hayan permitido entrar a sus vidas; el haber tenido la oportunidad de compartir diferentes senderos de la vida, el haberme regalado momentos inolvidables e irrepetibles y el haberme extendido su mano.

A ustedes, mis 12 uvas, mis 12 personas, mis 12 gracias del año, toda mi admiración, amor y agradecimiento.

Este año que termina, fue un año intenso en todos los sentidos y es gracias a ustedes, sus protagonistas, que este 2009 lo recordaré como uno de los mejores años del "trip" de mi vida.

Gracias por ser
y estar.

lunes, 28 de diciembre de 2009

piano

Entre 5 líneas paralelas y equidistantes que guían mi melodía,

entre símbolos y trazos entintados sobre el papel;

En la dualidad polarizada de mi blanco y negro,

entre mis luces y sombras escondidas en 36 teclas negras y 52 blancas.

Desde el primer LA, hasta el último DO.

En clave de sol o de fa,

En escalas menores o mayores…

Estás tu.


En la gravedad barroca que acompaña en días de soledad obscura, en la agudeza penetrante y clásica que se experimenta al ver un amanecer en el mar. En la historia siempre inacabada detrás de una composición romántica, en la fuerza y energía de una sonata, en el misterio y magia que regalan los preludios, en todas las historias y misterios celosamente guardados detrás de cada composición, estás tú.

Mírame. Víbrame. Tócame. Siénteme. Pertenéceme. Poséeme.

Hazlo Lento como saboreando el más dulce de los besos, adagio y andante como cada nuevo despertar, moderato para dejar que el tiempo fluya sin prisas, alegreto y alegre como la sonrisa inocente de un niño que ilumina, vivace, presto o incluso prestísimo, como si el tiempo se esfumara justo frente a nosotros, con la prisa de un amor que se termina, con la velocidad de una estrella fugaz.

No te limites. Haz conmigo lo que quieras. Usa todas tus dinámicas, aplica la intensidad que quieras en todas mis líneas musicales. Se un pianissino que me acaricia con cuidado y suavidad extrema, que parece no tocarme, que parece hacer flotar tus dedos sobre mi. Tócame mezzo-piano, piano, mezzo-forte, forte, fortissimo o sforzando… no te limites, esfuérzate. Haz conmigo lo que quieras. Yo permaneceré inmóvil a tu magia y voluntad.

Usa mis crescendos con libertad, y mis decrescendos con cautela. Se sonata, preludio o waltz. Se mi Chopin, mi Liszt, mi Mozart, mi Rachmaninnof, mi Betthoven, mi Ruiz Armengol; se intérprete desconocido, ejecutor favorito, hechicero escondido, mi compositor clandestino.

Mantén el “sostein” presionado y no lo sueltes jamás, genera una melodía continua e interminable mientras me recorres de principio a fin con escalas ágiles y arpegios ininterrumpidos; que te duelan las muñecas, que se te quiebren los dedos, que la espalda te reclame tu constante ir y venir, que tus ojos se cierren para sentirme mejor, que tu corazón se te salga por la boca, que el alma se te escape por los poros, que pierdas noción del tiempo y el espacio, que te fundas conmigo, que todo tu cuerpo se estremezca al sentirme vibrar a tu ritmo y voluntad; que te duela sentirme tanto, que sangres internamente, que te rompas en mil pedazos…

Tócame de día, tócame de noche; en soledad o compañía; en tristeza o alegría, tócame hoy y todos los días de tu vida; pero si no quisieras hacerlo hoy, entonces tómate tu tiempo; tiempos necesarios, tiempos relativos, tiempos sabios, tiempos marcados por compases de 2, 3 y 4 tiempos…

Yo estaré aquí mismo. A un lado de tus pasiones, acompañando tus emociones, componiendo tus canciones.

Tócame cuando quieras y como quieras, pero el día que decidas hacerlo…

No me dejes más…

Déjame ser para tu música, esos 4 tiempos…

presente, pasado, futuro…
Y eternidad.

hasta siempre viejito


... en otra vida, nos habremos de encontrar...

lunes, 21 de diciembre de 2009

miedo

Después de muchos taches y palomitas en el checklist de mi vida,

hoy ya no tengo miedo
de decir lo que pienso,
de hacer lo que quiero,
de expresar lo que siento…


No tengo miedo de decir que te quiero como placer culpable, como error incorregible, como tentación mordisqueada; como humo de cigarro, como espuma en el mar, como helado en día soleado, como agua entre los dedos; como alimento caducado, como droga alucinante, como veneno silencioso, como enfermedad incurable, como herida punzante, como quemadura que se expande; como recuerdo decolorado, como ideal deshilachado, como historia inacabada, como anécdota desbaratada, como fantasma nocturno, como presente inexistente. Te quiero hoy y te querré todos los días de mi vida... hasta que me dejes o te deje…

Porque… que me dejes o te deje,
Eso ya, tampoco me da miedo.

sábado, 12 de diciembre de 2009

las enseñanzas de Gautama Buda

Tesoros encontrados en una noche de lectura oriental.

Conceptos como la reencarnación y el karma son las bases de una religión que es tanto compasión como paz. Estos conceptos dieron lugar a las 2 enseñanzas más básicas de Buda:

“Las cuatro nobles verdades”

1) El sufrimiento existe.

2) La causa del sufrimiento es la inconciencia.

3) El remedio para la inconciencia es la meditación.

4) La práctica de la meditación es la vida correcta.


“El camino óctuple”

1) VISIÓN CORRECTA: aprender las leyes del karma

2) PENSAMIENTO CORRECTO: alimentar los pensamientos de compasión

3) HABLA CORRECTA: decir verdades en lugar de mentiras

4) ACCIÓN CORRECTA: comportarse de forma servicial

5) EXISTENCIA CORRECTA: aprender a vivir de formas que promuevan la felicidad

6) ESFUERZO CORRECTO: cultivar estados sanos de la mente

7) ATENCIÓN CORRECTA: estar más abierto a pensamientos y acciones

8) CONTEMPLACIÓN CORRECTA: profundizar en la práctica de estar presente.



Se dice en Oriente que el único camino verdadero hacia la paz reside en nosotros mismos. La mayor aventura de la vida se inicia cuando echamos a andar por este camino.

Sabiduría Oriental
Priya Hemenway
Editorial Evergreen


martes, 8 de diciembre de 2009

Viaje al pasado

Nací y viví en Orizaba hasta el 2000, me fui a Puebla a estudiar la carrera, durante la universidad me fui 3 veces de intercambio y hace 4 meses volví de Barcelona de hacer un Máster durante un año. He hecho alrededor de 10 mudanzas, tengo varias maletas coordinadas en naranja, cierro y abro ciclos como si fueran bolsas de papitas y como buena diseñadora, de cada viaje, experiencia, momento, etapa, relación o despedida he guardado, tarjetas, pósters, hojas, libretas, tickets, recaditos, dibujos, cartas… mi vida está perfectamente archivada a través de trozos de papel inservibles.

Hace tan sólo unos meses que he vuelto de Barcelona, y el shock de volver es fácilmente comparable con el abrir los ojos y darse cuenta que hay que recomenzar; desde mi regreso todo ha sido un constante subir y bajar, y ha sido agotador, OHHH SIIIII. Reencontrarme con familiares y amigos, redescubrir mi ciudad, toparme de frente con la que era mi vida, buscar trabajo, rechazar 3 ofertas, aceptar la cuarta oferta; aprender a vivir sin coche, hacerme amiga de los microbuseros, vivir con mi ex por un tiempo, salirme de su casa, buscar casa nueva, aprender a vivir con la ropa de una maleta miniatura, acostumbrarme a dormir en 3 lugares diferentes por semana, uffffffff ¿Será que volví hace 4 meses o 4 años? Feels like 4 years.

Es lunes y estoy en casa de mis papás, me dispongo a ponerme los tenis para salir cuando de pronto me quedo parada en la puerta de mi habitación mirando con alucine los cerros de libretas y libros, la ropa que no cabe en el closet, el escritorio atiborrado de porquerías, los cajones que no se pueden cerrar, las maletas que no he vaciado desde que volví, muñecos viejos, pósters, fotos, bolsas, zapatos, recuerdos, momentos, amistades, amores; escucho claramente a mi cuarto mentarme la madre y yo respondo diciéndome a mi misma:

Hay momentos en que tienes que dejar ir las cosas;
sólo con las manos vacías es que puedes agarrar algo nuevo…


Así que, me quedo descalza, me armo de valor y me echo un clavado a los cajones y cerros de vivencias que hasta hoy habían permanecido cautivos en mi cuarto.

Abro un cajón del escritorio y sonrío al encontrarme una carpeta enorme llena de recuerdos de mi primer intercambio en el extranjero: Victoria, Canadá. Leo las cartas, veo las fotos, encuentro el itinerario de actividades, abro los viejos apuntes, río al leer mi “inglés”, encuentro una hoja de Maple seca pero en perfecto estado entre los libros, los tickets de los shows, mi pase mensual del autobús, el diploma de graduación del curso, el “invoice” que me envió la policía cuando dejé olvidada mi cartera en un puesto de hot dogs.

Abro una caja de madera y me encuentro con un marcador plateado, un mini boceto del cuadro que regalé a grillo titulado “creamos en imposibles”, un recuerdo de un bautizo, un montón de tarjetas de presentación viejas, calcomanías de I love NY, un botón azul cielo, la medalla de judo del que fuera mi novio por 6 años, un idolito maya, una concha de mar pintada a mano “lina y eryk”, 3 gafetes de encuentros deportivos de la prepa, las llaves de mi ex oficina y hasta el fondo mis moldes blancos con tubos de plástico y miles de tubitos de colores con los que hacia figuras de todas formas y colores, planchaba y luego convertía en prendedores para el cabello para venderlos en la secundaría y ganarme mis pesitos.

Tomo un botecito de aluminio y empiezo a esculcarlo; pura porquería con excepción de 2 cosas: un llavero en forma de Pedro Picapiedra con la llave de la casa de Hugo Carmona, mi amigo de la secundaria a quien raptaron y mataron a los 16 años y a quien le escribí cartas durante 1 año después de su muerte; y también encuentro un prendedor en forma de corazón rosado que solía prender y apagar que mi abuela Toñeta me trajo de alguno de sus viajes a las vegas. (Cabe mencionar que mi abuela amaba tanto las Vegas que una parte de sus cenizas ahora descansan en la fuente del Caesar Palace, ¿Por qué no?).

Abro otro cajón del escritorio, ahí descansan mis primeros apuntes de la universidad, mi horario de clases, las agendas, las copias de los profesores; he encontrado los diplomas de los congresos de diseño en los que participé, una lata dorada llena de recaditos que me dejaban en mi casillero y mensajitos que nos pasábamos en clase, también está una libreta de hojas blancas en donde están apuntados todos los recados telefónicos del dormitorio donde vivía: Ireri te llamó tu mamá, Ana Laura vino a buscarte Cristina, Si llega Baruch díganle que estoy en HU atte Lis, Si me llama Manolo –que sería un milagro-díganle que le hablo en la noche atte Lina. UHHHHHHH buenos tiempos los del dormitorio Ignacio Bernal, suite G200.

Encuentro también, mis solicitudes y papeles para irme de intercambio, caigo en cuenta que mi primera opción era Londres, la segunda Barcelona pero finalmente terminé por irme a Edmonton Canadá; están los papeles de liberación de mi servicio social, revalidación de materias, justificantes y avisos de los maestros. Parece que estoy volviendo a vivir cada momento dentro de mi querida alma Mater, siento como si estuviera corriendo por los pasillos para llegar a una entrega, viviendo el stress de no poder imprimir a colores el Dummy para editorial, discutiendo con mi compañera de equipo porque no hizo su parte, abrazando a mis compañeros al salir del salón, entrando al dormitorio saludando al recepcionista con alegría y sobretodo sonriéndole a la vida cada mañana al comenzar mi día de estudiante universitario. Parece que fue ayer.

Termino por abrir una bolsa roja de papel. Ahí descansan todas las postales, calcomanías, recortes, revistas, flyers y pedazos de papel vivientes de mi Barcelona. Un dibujo de Ophelie, una notita de Lina, los recados de mis hermanas mexicanas, las fotos que me llevé de mis papás, los post its que tenía pegados en mi cuarto, el boleto de avión donde chango apuntó mi email, mi calendario de clases en ELISAVA, la invitación a la fiesta navideña de “estudio mariscal”; cada trozo de papel inerte es un momento, una vivencia, una lección, una persona, esencias imborrables en mi vida de mi paso por mi Barcelona.

Creo he terminado….. OH OH…. hay un fólder más, lo había olvidado.

Lo tomo, lo abro y cae al suelo un pequeño cuadernillo negro con el título en la portada “Proyecto de vida" . Lo abro y SONRÍO al leer lo que una niña de 19 años esperaba de su vida.

En ese mismo folder hay un escrito:

Universidad de las Américas-Puebla
Escuela de ciencias sociales
Departamento de educación

ENSAYO FINAL
Teorías educativas


Mi visión a 10 años…
Lo leo, vuelvo a sonreír.


Recuerdo aquella tarea asignada por un ser querido y realizada en Barcelona: Visualizarme en 1 año, en 3, en 7…. Comprendo que no hay mucha diferencia entre lo que pensaba hace unos años cursando mis materias de universidad y lo que pensaba hace tan sólo unos meses en Barcelona, España. Mi imagen, mi reflejo frente al espejo, mis expectativas propias, mi esencia, mi auto concepción, parecen ser las mismas y fortalecerse con el tiempo.

Hoy a escasos días de terminar este año y comenzar el 2010, caigo en cuenta que no sólo me puse a liberar peso de mi carruaje, a vaciar mis manos, a seleccionar que sirve y que no, a ordenar mis cajones. Lo que inconscientemente hice fue un recuento de 10 años de mi vida, el resumen de una década intensa y prometedora, la primera década fuera de mi casa como persona independiente, siendo yo misma, viviendo libre y feliz. Ahora comprendo que era necesario hacer este recuento para poder comenzar el año 2010 libre y ligera, con las manos vacías para poder tomar nuevas cosas…

Hoy miré con ojos brillantes de animalillo volador, 10 años de momentos, lecciones y personas inolvidables plasmados en trozos de papel, en recados, en fotos, en cartas de amor o despedida, en regalos sorpresa, en mensajes escondidos en las libretas. 10 años y es hora de terminar este recuento, de cerrar el ciclo, la década.

Sólo por vanidad, citaré a mi profesor de aquella materia para la que escribí ese "ensayo final de teorías educativas".

10 de calificación: no se porque, si no mencionas a ninguno de los autores, pero me parece has captado la esencia.

Obviamente el profesor tenía razón, la esencia la capté perfectamente y efectivamente no cité a los autores del libro; en su lugar preferí terminar mi ensayo citando a otros:

“la verdadera libertad consiste en el dominio absoluto de si mismo" Montaigne

“algunas veces vivimos nuestras vidas encadenados, sin saber que nosotros tenemos la llave” The Eagles




I´m ready to start the next decade of my life...

sábado, 5 de diciembre de 2009

lecciones animales

-¿Sabes algo sobre los sapos?
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-¿Sapos?
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-Varios estudios biológicos demuestran que si metemos un sapo en un recipiente con la misma agua de su charca, permanecerá inmóvil mientras calentamos el líquido. El sapo no reacciona ante el aumento gradual de la temperatura ni los cambios de ambiente; muere cuando el agua hierve, hinchado y feliz.
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Sin embargo, si metemos otro sapo en ese recipiente con el agua ya hirviendo, salta inmediatamente fuera. Medio cocido, aunque vivo.
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Olivia no entiende muy bien que tiene eso que ver con la destrucción del mundo.
Igor prosigue:
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-Yo me he comportado como un sapo hervido. No me di cuenta de los cambios. Pensaba que todo iba bien, que los problemas se solucionarían, que sólo era una cuestión de tiempo. Estuve a punto de morir porque perdí lo más importante de mi vida: en vez de reaccionar, me quedé flotando, apático, en el agua que se calentaba minuto a minuto.
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Olivia se arma de valor y hace la pregunta:
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-¿Qué perdió?
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-En realidad, no lo perdí; hay momentos en los que la vida separa a determinadas personas sólo para que entiendan lo importante que son la una para la otra...
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...Hay sapos hervidos que todavía piensan que lo fundamental es la obediencia, no la competencia: manda el que puede, y obedece el que tiene juicio.
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Y en todo eso,
¿dónde está la verdad?
Es mejor salir medio chamuscado de una situación,
pero vivo y listo para reaccionar.
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El vencedor está solo. Paulo Coelho