jueves, 31 de diciembre de 2009

12

Creo que un atardecer violáceo de un 5 de Agosto de verano puede ser igual o más mágico que una mañana fría del 25 de diciembre.

No creo mucho en los propósitos de año nuevo, quizá porque mis ciclos de cambio y crecimiento no se coordinan en lo absoluto con el inicio del año occidental; no creo que el 1 de enero sea el día ideal para comenzar con los propósitos porque me parece incongruente que se quiera iniciar un cambio en día feriado cuando lo único que se hace es precisamente no hacer nada. ¿Por qué no empezar la lista de propósitos un martes, un jueves, un domingo, o un miércoles cualquiera a las 11:30 am o a las 7:18 pm? ¿Porque no convertir cualquier día, semana o mes, en “época mágica para dar o para decir lo que el corazón siente o sencillamente para recomenzar” ?

Me gusta pensar que cada día es un buen día y sobretodo una oportunidad. Me gusta hacer recapitulaciones cierto período de tiempo, porque me gusta el significado de la palabra renovación; por esto más que una lista de propósitos, prefiero tener listas interminables de “gracias”.

Mi 2009 fue una montaña rusa de vivencias, personas y lecciones. Fue lanzarme, caerme, levantarme, volverme a lanzar, caer de pie; volar, amar, creer, dejar, equivocarme, aguantar, aprender, acertar, madurar, crecer, disfrutar.

2009 es igual a una sobredosis que no mata sino que te hace sentir más vivo, un festín exquisito de pruebas y victorias, una ensalada de lecciones con aderezo agridulce, el sentir a mi conciencia susurrándome al oído mientras mi locura daba pasitos sobre mi espalda, el volverme trapecista y saltar sin red, el seguir con los ojos cerrados un arco iris en día lluvioso y aún así, lograr encontrar el cofre del tesoro.

2009 fue asomarme a miles de puertas entreabiertas, descubrir cientos de lugares escondidos y escabullirme por los rincones secretos de alcantarillas, calles, ciudades, países, personas y fantasmas.

Mi 2009 termina y no habrá lista de 12 deseos y mucho menos de 12 propósitos, este año habrá una lista diferente; y ya que la esencia está en las personas y no en los lugares, esa única lista que habrá este diciembre 2009 será de aquellas 12 personas que me regalaron durante este año las más valiosas pruebas de entrega, fortaleza, dedicación, magia, amistad y amor; cada uva, cada mes, cada persona que hizo de este 2009 que termina, un año al que con una sonrisa sincera le digo adiós.

1.Enero
Pangui. Por ser esa coordenada la azar que me demostró que cuando pides algo con todo tu corazón, el universo conspira para hacerlo realidad. Por haberme hecho creer que de verdad la magia existe, por las historias maravillosas. Por ser filosofía de vida, música en el alma y luz en el camino; por darme la gran lección: “the greatest thing you´ll ever know is to love and be loved in return”

2.Febrero
Ani. Por la actitud siempre positiva ante cualquier situación de la vida. Por ser capaz de dejarlo todo para estar en ese momento cuando más se le necesita. Por ser ejemplo de amiga entregada y sin limitaciones. Por su sinceridad y franqueza, por haberse convertido en mi familia y por haberme permitido formar parte de su vida. Por haber descubierto a mi lado, los misterios y magias ocultas en cientos de puertas escondidas de nuestra Barcelona.

3.Marzo
Manigüi. Por estar presente aún sin estar físicamente. Por ser hermana con quien puedo llorar y reír, brincar y caerme, gritar en un concierto o perdernos por la ciudad; quien me escucha, me regaña y me divierte. Por abrirme las puertas de su casa, por darme las llaves del camino hacia mi propia tranquilidad. Por su valentía antes los cambios y etapas de la vida. Por todas las etapas, ciclos, aciertos, errores, “diablos”, “repechajes”, crecimiento y aprendizajes vividos durante todos los años juntas en nuestra pequeña gran Cholula.

4. Abril
Ana. Por regalar sin limites y a manos llenas su sonrisa hermosa y genuina que ilumina, sana y reconforta. Por haber compartido como una hermana, una de las mejores experiencias de mi vida, por haber reído, gritado, llorado y bailado como si fuera el último día. Por haber estado a mi lado para compartir las alegrías y por haberme ayudado a calmar los calambres físicos y emocionales que me dejaron adolorida pero que con su ayuda me hicieron más fuerte.

5. Mayo
Ophelie. Por cada uno de sus rizos llenos de curiosidad, chispa, alegría y dedicación. Por haberme demostrado que siempre se puede hacer más y se puede ser mejor. Por todas las fotografía de nuestra vida juntas que me llevo guardadas en el álbum de fotos a todo color de los mejores momentos de mi vida. Por enseñarme que nunca podremos dejar descansar al corazón, porque siempre habrá personas, sitios, cosas y momentos por las que valdrá la pena entregarlo todo.

6. Junio
Tocayi. Por ser ejemplo de tenacidad, perseverancia y entrega. Por ser prueba viviente de que no importan los obstáculos que se interpongan en el camino, siempre existirá una forma de llegar a la meta y hacer nuestros sueños realidad. Por dejar una huella en mi corazón, por ser “mano extendida, sonrisa que anima y mirada que comprende; por que con esa palabra que dice: aquí estoy! Logra dividir mis tristezas y duplicar mis alegrías”.

7. Julio
Fer. Por su mirada transparente que siempre regala palabras de aliento. Por su tiempo para escuchar, por su siempre optimista forma de ver la vida. Por las agallas para tomar las oportunidades que se presentan y volver cada día, un buen día. Por su tenacidad para lograr sus objetivos, por las noches de trabajo, por las mañanas en la playa, las tardes de debraye y reflexión. Por tener siempre sus brazos abiertos para recibirme, por tener en todo momento una palabra precisa y por estar ahí siempre, a pesar de la distancia.

8. Agosto
Grillo. Por sus palabras y silencios; por sus acciones y textos. Por su presencia, esencia, empuje y apoyo incondicional. Por regalarme lecciones de vida y por enseñarme a transformar las fallas en experiencias y las experiencias en aprendizaje. Por estar siempre y también por saber dejar ir. Por creer en mi magia y por creer en imposibles; por haberme regalado hermosos momentos de “querer” y no “deber”, por ser “equipo”; por tener hambre de vivir, por buscar ser feliz, por sus anhelos de revolución.

9. Septiembre
Ireri. Por la sinceridad y franqueza. Por sacudirme con palabras, por hacerme reaccionar con verdades, por haberme regalado ese dulce desayuno con hot cakes esa mañana cuando sentía que mi camino perdía dirección. Por los aventones en las noches para no perderme en la obscuridad, las comidas al medio día para alimentar el alma, las pláticas en la tarde para desahogar el corazón; por ser capaz de hacer lo necesario, hablarme, gritarme, golpearme o sacudirme hasta verme de nuevo en pie.

10. Octubre
Lawi. Por escuchar mis historias una y otra vez y por compartir las suyas sin importar el momento, lugar, distancia o circunstancia. Por hacer que el estar lejos no impida seguir compartiendo. Por enseñarme que “el amor no es un milagro, ni una noche de copas”, sino que en realidad si existe esa persona por quien se es capaz de dejar todo y recomenzar, con quien se puede compartir y experimentar libertad.

11. Noviembre
Cuatas. Por haber estado en el lugar y momento precisos para sujetarme con fuerza y así amortiguar mí caída del trapecio. Por haberme ayudado a subir nuevamente con más confianza, con más valentía, con más decisión, con más seguridad, con más ganas de volver a saltar. Por prestarme las llaves de un hogar que me llenó de fuerza gracias a sus pláticas, su tiempo y su apoyo incondicional.

12. Diciembre
Dinorah. Por su inagotable espontaneidad, por su incansable creatividad, por su energía, por las risas compartidas. Por haberme ayudado a abrir de nuevo mis alas, por creer que de verdad “puedo volar” y por enseñarme que lo más bello y valioso de llegar a las estrellas es tener la capacidad de disfrutar de la magnitud del viaje.
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12 personas a quienes agradezco de todo corazón, el que me hayan permitido entrar a sus vidas; el haber tenido la oportunidad de compartir diferentes senderos de la vida, el haberme regalado momentos inolvidables e irrepetibles y el haberme extendido su mano.

A ustedes, mis 12 uvas, mis 12 personas, mis 12 gracias del año, toda mi admiración, amor y agradecimiento.

Este año que termina, fue un año intenso en todos los sentidos y es gracias a ustedes, sus protagonistas, que este 2009 lo recordaré como uno de los mejores años del "trip" de mi vida.

Gracias por ser
y estar.

lunes, 28 de diciembre de 2009

piano

Entre 5 líneas paralelas y equidistantes que guían mi melodía,

entre símbolos y trazos entintados sobre el papel;

En la dualidad polarizada de mi blanco y negro,

entre mis luces y sombras escondidas en 36 teclas negras y 52 blancas.

Desde el primer LA, hasta el último DO.

En clave de sol o de fa,

En escalas menores o mayores…

Estás tu.


En la gravedad barroca que acompaña en días de soledad obscura, en la agudeza penetrante y clásica que se experimenta al ver un amanecer en el mar. En la historia siempre inacabada detrás de una composición romántica, en la fuerza y energía de una sonata, en el misterio y magia que regalan los preludios, en todas las historias y misterios celosamente guardados detrás de cada composición, estás tú.

Mírame. Víbrame. Tócame. Siénteme. Pertenéceme. Poséeme.

Hazlo Lento como saboreando el más dulce de los besos, adagio y andante como cada nuevo despertar, moderato para dejar que el tiempo fluya sin prisas, alegreto y alegre como la sonrisa inocente de un niño que ilumina, vivace, presto o incluso prestísimo, como si el tiempo se esfumara justo frente a nosotros, con la prisa de un amor que se termina, con la velocidad de una estrella fugaz.

No te limites. Haz conmigo lo que quieras. Usa todas tus dinámicas, aplica la intensidad que quieras en todas mis líneas musicales. Se un pianissino que me acaricia con cuidado y suavidad extrema, que parece no tocarme, que parece hacer flotar tus dedos sobre mi. Tócame mezzo-piano, piano, mezzo-forte, forte, fortissimo o sforzando… no te limites, esfuérzate. Haz conmigo lo que quieras. Yo permaneceré inmóvil a tu magia y voluntad.

Usa mis crescendos con libertad, y mis decrescendos con cautela. Se sonata, preludio o waltz. Se mi Chopin, mi Liszt, mi Mozart, mi Rachmaninnof, mi Betthoven, mi Ruiz Armengol; se intérprete desconocido, ejecutor favorito, hechicero escondido, mi compositor clandestino.

Mantén el “sostein” presionado y no lo sueltes jamás, genera una melodía continua e interminable mientras me recorres de principio a fin con escalas ágiles y arpegios ininterrumpidos; que te duelan las muñecas, que se te quiebren los dedos, que la espalda te reclame tu constante ir y venir, que tus ojos se cierren para sentirme mejor, que tu corazón se te salga por la boca, que el alma se te escape por los poros, que pierdas noción del tiempo y el espacio, que te fundas conmigo, que todo tu cuerpo se estremezca al sentirme vibrar a tu ritmo y voluntad; que te duela sentirme tanto, que sangres internamente, que te rompas en mil pedazos…

Tócame de día, tócame de noche; en soledad o compañía; en tristeza o alegría, tócame hoy y todos los días de tu vida; pero si no quisieras hacerlo hoy, entonces tómate tu tiempo; tiempos necesarios, tiempos relativos, tiempos sabios, tiempos marcados por compases de 2, 3 y 4 tiempos…

Yo estaré aquí mismo. A un lado de tus pasiones, acompañando tus emociones, componiendo tus canciones.

Tócame cuando quieras y como quieras, pero el día que decidas hacerlo…

No me dejes más…

Déjame ser para tu música, esos 4 tiempos…

presente, pasado, futuro…
Y eternidad.

hasta siempre viejito


... en otra vida, nos habremos de encontrar...

lunes, 21 de diciembre de 2009

miedo

Después de muchos taches y palomitas en el checklist de mi vida,

hoy ya no tengo miedo
de decir lo que pienso,
de hacer lo que quiero,
de expresar lo que siento…


No tengo miedo de decir que te quiero como placer culpable, como error incorregible, como tentación mordisqueada; como humo de cigarro, como espuma en el mar, como helado en día soleado, como agua entre los dedos; como alimento caducado, como droga alucinante, como veneno silencioso, como enfermedad incurable, como herida punzante, como quemadura que se expande; como recuerdo decolorado, como ideal deshilachado, como historia inacabada, como anécdota desbaratada, como fantasma nocturno, como presente inexistente. Te quiero hoy y te querré todos los días de mi vida... hasta que me dejes o te deje…

Porque… que me dejes o te deje,
Eso ya, tampoco me da miedo.

sábado, 12 de diciembre de 2009

las enseñanzas de Gautama Buda

Tesoros encontrados en una noche de lectura oriental.

Conceptos como la reencarnación y el karma son las bases de una religión que es tanto compasión como paz. Estos conceptos dieron lugar a las 2 enseñanzas más básicas de Buda:

“Las cuatro nobles verdades”

1) El sufrimiento existe.

2) La causa del sufrimiento es la inconciencia.

3) El remedio para la inconciencia es la meditación.

4) La práctica de la meditación es la vida correcta.


“El camino óctuple”

1) VISIÓN CORRECTA: aprender las leyes del karma

2) PENSAMIENTO CORRECTO: alimentar los pensamientos de compasión

3) HABLA CORRECTA: decir verdades en lugar de mentiras

4) ACCIÓN CORRECTA: comportarse de forma servicial

5) EXISTENCIA CORRECTA: aprender a vivir de formas que promuevan la felicidad

6) ESFUERZO CORRECTO: cultivar estados sanos de la mente

7) ATENCIÓN CORRECTA: estar más abierto a pensamientos y acciones

8) CONTEMPLACIÓN CORRECTA: profundizar en la práctica de estar presente.



Se dice en Oriente que el único camino verdadero hacia la paz reside en nosotros mismos. La mayor aventura de la vida se inicia cuando echamos a andar por este camino.

Sabiduría Oriental
Priya Hemenway
Editorial Evergreen


martes, 8 de diciembre de 2009

Viaje al pasado

Nací y viví en Orizaba hasta el 2000, me fui a Puebla a estudiar la carrera, durante la universidad me fui 3 veces de intercambio y hace 4 meses volví de Barcelona de hacer un Máster durante un año. He hecho alrededor de 10 mudanzas, tengo varias maletas coordinadas en naranja, cierro y abro ciclos como si fueran bolsas de papitas y como buena diseñadora, de cada viaje, experiencia, momento, etapa, relación o despedida he guardado, tarjetas, pósters, hojas, libretas, tickets, recaditos, dibujos, cartas… mi vida está perfectamente archivada a través de trozos de papel inservibles.

Hace tan sólo unos meses que he vuelto de Barcelona, y el shock de volver es fácilmente comparable con el abrir los ojos y darse cuenta que hay que recomenzar; desde mi regreso todo ha sido un constante subir y bajar, y ha sido agotador, OHHH SIIIII. Reencontrarme con familiares y amigos, redescubrir mi ciudad, toparme de frente con la que era mi vida, buscar trabajo, rechazar 3 ofertas, aceptar la cuarta oferta; aprender a vivir sin coche, hacerme amiga de los microbuseros, vivir con mi ex por un tiempo, salirme de su casa, buscar casa nueva, aprender a vivir con la ropa de una maleta miniatura, acostumbrarme a dormir en 3 lugares diferentes por semana, uffffffff ¿Será que volví hace 4 meses o 4 años? Feels like 4 years.

Es lunes y estoy en casa de mis papás, me dispongo a ponerme los tenis para salir cuando de pronto me quedo parada en la puerta de mi habitación mirando con alucine los cerros de libretas y libros, la ropa que no cabe en el closet, el escritorio atiborrado de porquerías, los cajones que no se pueden cerrar, las maletas que no he vaciado desde que volví, muñecos viejos, pósters, fotos, bolsas, zapatos, recuerdos, momentos, amistades, amores; escucho claramente a mi cuarto mentarme la madre y yo respondo diciéndome a mi misma:

Hay momentos en que tienes que dejar ir las cosas;
sólo con las manos vacías es que puedes agarrar algo nuevo…


Así que, me quedo descalza, me armo de valor y me echo un clavado a los cajones y cerros de vivencias que hasta hoy habían permanecido cautivos en mi cuarto.

Abro un cajón del escritorio y sonrío al encontrarme una carpeta enorme llena de recuerdos de mi primer intercambio en el extranjero: Victoria, Canadá. Leo las cartas, veo las fotos, encuentro el itinerario de actividades, abro los viejos apuntes, río al leer mi “inglés”, encuentro una hoja de Maple seca pero en perfecto estado entre los libros, los tickets de los shows, mi pase mensual del autobús, el diploma de graduación del curso, el “invoice” que me envió la policía cuando dejé olvidada mi cartera en un puesto de hot dogs.

Abro una caja de madera y me encuentro con un marcador plateado, un mini boceto del cuadro que regalé a grillo titulado “creamos en imposibles”, un recuerdo de un bautizo, un montón de tarjetas de presentación viejas, calcomanías de I love NY, un botón azul cielo, la medalla de judo del que fuera mi novio por 6 años, un idolito maya, una concha de mar pintada a mano “lina y eryk”, 3 gafetes de encuentros deportivos de la prepa, las llaves de mi ex oficina y hasta el fondo mis moldes blancos con tubos de plástico y miles de tubitos de colores con los que hacia figuras de todas formas y colores, planchaba y luego convertía en prendedores para el cabello para venderlos en la secundaría y ganarme mis pesitos.

Tomo un botecito de aluminio y empiezo a esculcarlo; pura porquería con excepción de 2 cosas: un llavero en forma de Pedro Picapiedra con la llave de la casa de Hugo Carmona, mi amigo de la secundaria a quien raptaron y mataron a los 16 años y a quien le escribí cartas durante 1 año después de su muerte; y también encuentro un prendedor en forma de corazón rosado que solía prender y apagar que mi abuela Toñeta me trajo de alguno de sus viajes a las vegas. (Cabe mencionar que mi abuela amaba tanto las Vegas que una parte de sus cenizas ahora descansan en la fuente del Caesar Palace, ¿Por qué no?).

Abro otro cajón del escritorio, ahí descansan mis primeros apuntes de la universidad, mi horario de clases, las agendas, las copias de los profesores; he encontrado los diplomas de los congresos de diseño en los que participé, una lata dorada llena de recaditos que me dejaban en mi casillero y mensajitos que nos pasábamos en clase, también está una libreta de hojas blancas en donde están apuntados todos los recados telefónicos del dormitorio donde vivía: Ireri te llamó tu mamá, Ana Laura vino a buscarte Cristina, Si llega Baruch díganle que estoy en HU atte Lis, Si me llama Manolo –que sería un milagro-díganle que le hablo en la noche atte Lina. UHHHHHHH buenos tiempos los del dormitorio Ignacio Bernal, suite G200.

Encuentro también, mis solicitudes y papeles para irme de intercambio, caigo en cuenta que mi primera opción era Londres, la segunda Barcelona pero finalmente terminé por irme a Edmonton Canadá; están los papeles de liberación de mi servicio social, revalidación de materias, justificantes y avisos de los maestros. Parece que estoy volviendo a vivir cada momento dentro de mi querida alma Mater, siento como si estuviera corriendo por los pasillos para llegar a una entrega, viviendo el stress de no poder imprimir a colores el Dummy para editorial, discutiendo con mi compañera de equipo porque no hizo su parte, abrazando a mis compañeros al salir del salón, entrando al dormitorio saludando al recepcionista con alegría y sobretodo sonriéndole a la vida cada mañana al comenzar mi día de estudiante universitario. Parece que fue ayer.

Termino por abrir una bolsa roja de papel. Ahí descansan todas las postales, calcomanías, recortes, revistas, flyers y pedazos de papel vivientes de mi Barcelona. Un dibujo de Ophelie, una notita de Lina, los recados de mis hermanas mexicanas, las fotos que me llevé de mis papás, los post its que tenía pegados en mi cuarto, el boleto de avión donde chango apuntó mi email, mi calendario de clases en ELISAVA, la invitación a la fiesta navideña de “estudio mariscal”; cada trozo de papel inerte es un momento, una vivencia, una lección, una persona, esencias imborrables en mi vida de mi paso por mi Barcelona.

Creo he terminado….. OH OH…. hay un fólder más, lo había olvidado.

Lo tomo, lo abro y cae al suelo un pequeño cuadernillo negro con el título en la portada “Proyecto de vida" . Lo abro y SONRÍO al leer lo que una niña de 19 años esperaba de su vida.

En ese mismo folder hay un escrito:

Universidad de las Américas-Puebla
Escuela de ciencias sociales
Departamento de educación

ENSAYO FINAL
Teorías educativas


Mi visión a 10 años…
Lo leo, vuelvo a sonreír.


Recuerdo aquella tarea asignada por un ser querido y realizada en Barcelona: Visualizarme en 1 año, en 3, en 7…. Comprendo que no hay mucha diferencia entre lo que pensaba hace unos años cursando mis materias de universidad y lo que pensaba hace tan sólo unos meses en Barcelona, España. Mi imagen, mi reflejo frente al espejo, mis expectativas propias, mi esencia, mi auto concepción, parecen ser las mismas y fortalecerse con el tiempo.

Hoy a escasos días de terminar este año y comenzar el 2010, caigo en cuenta que no sólo me puse a liberar peso de mi carruaje, a vaciar mis manos, a seleccionar que sirve y que no, a ordenar mis cajones. Lo que inconscientemente hice fue un recuento de 10 años de mi vida, el resumen de una década intensa y prometedora, la primera década fuera de mi casa como persona independiente, siendo yo misma, viviendo libre y feliz. Ahora comprendo que era necesario hacer este recuento para poder comenzar el año 2010 libre y ligera, con las manos vacías para poder tomar nuevas cosas…

Hoy miré con ojos brillantes de animalillo volador, 10 años de momentos, lecciones y personas inolvidables plasmados en trozos de papel, en recados, en fotos, en cartas de amor o despedida, en regalos sorpresa, en mensajes escondidos en las libretas. 10 años y es hora de terminar este recuento, de cerrar el ciclo, la década.

Sólo por vanidad, citaré a mi profesor de aquella materia para la que escribí ese "ensayo final de teorías educativas".

10 de calificación: no se porque, si no mencionas a ninguno de los autores, pero me parece has captado la esencia.

Obviamente el profesor tenía razón, la esencia la capté perfectamente y efectivamente no cité a los autores del libro; en su lugar preferí terminar mi ensayo citando a otros:

“la verdadera libertad consiste en el dominio absoluto de si mismo" Montaigne

“algunas veces vivimos nuestras vidas encadenados, sin saber que nosotros tenemos la llave” The Eagles




I´m ready to start the next decade of my life...

sábado, 5 de diciembre de 2009

lecciones animales

-¿Sabes algo sobre los sapos?
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-¿Sapos?
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-Varios estudios biológicos demuestran que si metemos un sapo en un recipiente con la misma agua de su charca, permanecerá inmóvil mientras calentamos el líquido. El sapo no reacciona ante el aumento gradual de la temperatura ni los cambios de ambiente; muere cuando el agua hierve, hinchado y feliz.
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Sin embargo, si metemos otro sapo en ese recipiente con el agua ya hirviendo, salta inmediatamente fuera. Medio cocido, aunque vivo.
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Olivia no entiende muy bien que tiene eso que ver con la destrucción del mundo.
Igor prosigue:
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-Yo me he comportado como un sapo hervido. No me di cuenta de los cambios. Pensaba que todo iba bien, que los problemas se solucionarían, que sólo era una cuestión de tiempo. Estuve a punto de morir porque perdí lo más importante de mi vida: en vez de reaccionar, me quedé flotando, apático, en el agua que se calentaba minuto a minuto.
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Olivia se arma de valor y hace la pregunta:
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-¿Qué perdió?
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-En realidad, no lo perdí; hay momentos en los que la vida separa a determinadas personas sólo para que entiendan lo importante que son la una para la otra...
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...Hay sapos hervidos que todavía piensan que lo fundamental es la obediencia, no la competencia: manda el que puede, y obedece el que tiene juicio.
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Y en todo eso,
¿dónde está la verdad?
Es mejor salir medio chamuscado de una situación,
pero vivo y listo para reaccionar.
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El vencedor está solo. Paulo Coelho

lunes, 30 de noviembre de 2009

domingo, 29 de noviembre de 2009

hoy he decidido morir

2:27 a.m. Te sueño, te veo, te sigo, te siento, te deseo. Me desprendo, salgo volando por la ventana y tantos días quedan atrás.

7:30 a.m. El despertador suena, lo apago.

7:40 a.m. El despertador suena nuevamente. Abro los ojos, mira a mi lado, estoy acompañada. Acompañada en cuerpo pero abandonada en alma. Comprendo que acabo de volver a la realidad, a la maldita y jodida realidad. A esa realidad que no quiero, que desprecio, que detesto por hacerme sentir un ser vacío y malévolo.

Vacío por ser incapaz de sentir, malévolo por no tener el poder de corresponder, por verlo y pensarlo con otra cara, con otro cuerpo, con otros labios, con otro nombre; por pensarlo diferente, por querer a alguien diferente, por necesitar a ese alguien que ya no está en este mundo terrenal, por la cobardía que me hace callar.

Tomo una decisión.
No me queda mas que razonar, me veo orillada a hacer lo mas coherente que mi cerebro asimila, lo mas lógico que la razón sustenta. La única forma de fundirme plenamente con ese fantasma nocturno y salvaje, es dejando de estar presente en materia, en cuerpo… en mortalidad...

He decidido dejar de vivir enamorada de un fantasma que me visita por las noches con frenesí y pasión; esa esencia ausente que me hace viajar a un universo paralelo en el que sólo allí podemos fundirnos en el más ardiente de los besos, en el más siniestro de los infiernos; esa dimensión desconocida, el espacio sideral, donde no existen techos ni paredes, donde podemos volvernos un sólo ser, donde podemos dejar de existir.


Hoy he decidido morir, porque al salir cada día el sol, vuelvo a una realidad en la que no logro comprender que hago tolerando la vida en este mundo lleno de mentiras e incoherencias, de falsedades e hipocresías; este mundo que al momento de despertar cada mañana me ata, me limita y me convierte en un ser terrenal, en un simple mortal, en un montón de órganos, venas, arterias, huesos y materia no tan gris.
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Hoy he decidido morir...

para finalmente comenzar a vivir…

más allá...

donde no hay tiempo...


ni límite…



Mi hora ha llegado...

Si de algo he de morir, que sea de amor…


Rosalba Rivadeneira Orozco
Perdición esquina con cinismo,
interior 3ª.
Verano 1947


jueves, 26 de noviembre de 2009

conversaciones ocurrentes

Ella:
quiero ser buscadora de talentos y hacer proyectos de inversión para hacer crecer esos negocios... tener participación en ellos pero dejarlos en manos de otros, tener ganancias del mismo y continuar con otros..

Yo:
Si, eres empresaria totalmente
CHALE !!!…. yo quiero ser PÁJARO

Ella:

Es que veo tantas personas con talento y q no saben como explotarlo…
(como por ejemplo ese pájaro del que me estás hablando)

Yo:
Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja
por dios, ME HICISTE EL DÍA

martes, 24 de noviembre de 2009

2 x 1


Cuando mis progenitores decidieron traer al mundo a su primer retoño, no se les ocurrió pensar ni remotamente en las más elementales matemáticas zodiacales.

En Septiembre del 81 recibían la noticia de mi concepción y para mayo del 82 le daban la bienvenida entre forceps y desmayos de dolor, a mis 4 kilos de esencia geminiana. Ese domingo a las 5 de la tarde, mis papás tuvieron una hija y dentro de esa hija… nacieron DOS: R y M.

R.

Retadora y radioactiva,
segura y desafiante,
fría y calculadora,
exigente e insensible,
liberal e independiente,
compleja y suculenta,
tajante y pasional,
directa y sin tapujos;


Hija de la chingada, estratega consumada, cabrona exquisita, festín inalcanzable.

A “R” nadie la condiciona, amenaza y mucho menos hace otra voluntad que no sea la suya. A “R” nunca le ha hecho falta compañía y sin embargo nunca ha dejado de sentirse sola. It´s her destiny and her curse. Su primer marido la dejó por una mujer bastante mayor que ella y de alarmantes dimensiones, el último murió de un ataque de insectos de dudosa procedencia. Ciudadana del mundo pero amante de su tierra, vivió en Argentina con un hombre menor que ella, se enamoró de un capitán de barco que se perdió en altamar y vivió un romance pasional con un cantante parisino que murió de sobredosis.

R es rebeldía racional. Es roer las alcantarillas. Es resbalarse y reincorporarse.
R es ruido que sólo se escucha por las noches; es el ronroneo de un felino libre y salvaje.
R es revolución.


M.

Mágica y Mítica,
soñadora y pasional,
libre y enamorada
entregada y cariñosa,
cálida y reconfortante,
dulce y deliciosa,
imaginativa y creativa,
entusiasta y divertida;

Creadora de magia, cazadora de cometas, seguidora de estrellas, creyente de imposibles, inquieta como niño, artista aventurera.

“M” es la esencia de estrella fugaz suspendida en el espacio sideral. “M” vive en la tercera estrella a la izquierda de Marte, pasando por Hydra, Orion y Andrómeda… “M” desde allá, observa el mundo terrenal, tiene su laboratorio de ideas, su fuente de inspiración. Amante de los libros, los lápices de colores, el olor a tierra mojada, el sonido de las olas del mar. Diseñadora, escritora, filósofa, astronauta y pianista. De cabellos rojos-violáceos y aro en la nariz, cada mañana abre sus alas y comienza a volar.

M es montarse en un unicornio y dejarse cautivar. Morder un dulce y saborearlo lentamente.
M es matices de colores en una fuente llena de peces dorados; un atardecer púrpura en el mar.
M es música en el alma, melodía e inspiración.


R y M, mi antítesis interior, mi Ying y Yang mis gemelas zodiacales desiguales. Demonio y ángel. Sombra y luz. Las voces de mi conciencia. “Alter ego” y “Súper yo”.
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.
.
… Escucho un ruido, ambas están tocando a mi puerta…

... Generalmente dejo que las dos entren...

... pero ¿que pasaría si por esta vez dejo sólo a UNA entrar?...
.
.
.

yo también te quiero tic !!!!!


domingo, 22 de noviembre de 2009

el columpio

Las formas de crecimiento son tan únicas, como únicas son las formas de vencer nuestros demonios e infiernos interiores.

Las formas de crecer en mi vida han venido no de golpes bajos o traiciones, tampoco de la necesidad económica, no de enfermedades incurables o accidentes fatales, mucho menos de pérdidas familiares, afortunadamente.

La forma en la que mi esencia geminiana manifiesta sus ganas de revolución es por CICLOS, por períodos muy específicos de tiempo, OTOÑO-INVIERNO EN AÑO IMPAR, malditos gemelos zodiacales. Por la repetición del fenómeno podría llegarse a pensar que más que ciclo es un patrón no muy positivo, como el caminar en círculos, ¿cual es el inicio, cual el fin, ¿A dónde se llega? ¿Alguna vez se llega?... Esta posibilidad, sin embargo, no me preocupa en lo absoluto, estoy convencida que estos ciclos bizarros es la forma en que mis gemelos inquietos manifiestan su constante búsqueda de renacimiento, de regeneración, de reinvención, de renovación; no me preocupa en lo absoluto porque ellos saben exactamente lo que hacen conmigo.

Ellos piden estos ciclos, exigen el ir y venir, el subir y bajar, el por momentos tocar fondo para después ser lanzados al cielo, el bajar los pies para tomar impulso y luego relajar la cabeza hacia atrás para no pensar y sólo sentir; quieren experimentar el olor del viento en sus rostros, disfrutar de la libertad infantil, provocar la caída algunas veces, para disfrutarla y levantarse más fuertes; me piden a gritos que nunca detenga mi inercia y mi movimiento porque ellos saben que… soy un columpio.

En un inicio no lograba comprender estos ciclos, cuestionaba y refutaba la idea de vivir siempre en ese columpio en constante sube y baja, en constante tocar fondo y volver a salir, algunas veces en la cima, algunas otras casi bajo tierra, algunas en plenitud, otras en época de caos; pero un buen día, cuando mi columpio se encontraba apuntando hacia el cielo y mis gemelos disfrutaban de una felicidad libre y palpitante por los aires, se presentó en mi vida un hombre muy valioso con la asombrosa capacidad de poner en palabras los sentimientos más cautivos, y sin más ni más, sin conocer a mis gemelos, sin saber nada y a la vez leerme a través de mi mirada, me regaló estas mágicas palabras… “Eres un columpio, que se suelta y que no cae, sino que se dispara hacia las estrellas…”

Jamás olvidaré esa frase…

Hoy, otoño-invierno de año impar, mis gemelos están sobre ese columpio cometiendo algunas fechorías y jugadas medio extrañas, en etapa de prueba y error, de caídas y levantamientos, dejándose algunas marcas y cicatrices a propósito para perpetuar sus actos; mis gemelos se han caído varias veces del columpio, ¿ha dolido? SI. Pero no me importa sentir ese dolor, cansancio, o hastío porque se que mis gemelos están intentando nuevas maromas y peripecias, se que se están esforzando arduamente por lograr algo asombroso sobre el columpio. Porque confío en ellos y porque se que después del otoño-invierno de año impar siempre llega una primavera refrescante y brillante que engrandece mi espíritu, renueva mi alma y refuerza mi esencia, es que hoy le sonrío al dolor de las caídas.

Mis gemelos en este momento se están muriendo de la risa porque por su naturaleza libre, su esencia soñadora y su magia sideral ”no les basta con saberse vivos, sino buscan cometer actos para sentirse vivos”, porque saben que mientras más duela la caída al levantarse se habrán convertido en seres más fuertes e invencibles. Porque buscan “vivir nuevas cosas, estar agotados, volar y no voltear a ver el piso, sencillamente dejar de fijarse en eso que distrae, para empezar a sentir y cerrar los ojos ya que no existen paredes ni techos que nos detengan.” (jahp)

Disfruto saber que soy ese columpio que el describió.

Disfruto saber que esos ciclos otoño-invierno de año impar, en realidad son el vaivén intenso de mis gemelos para tomar fuerza e impulsarse cada vez más alto… son las vueltas necesarias y no pienso presionarlos… Mis gemelos saben lo que hacen, y se que cada época difícil, es una preparación en mi interior, son mis gemelos bajando los pies al suelo, para tomar impulso y volar más alto, hasta que llegue el día en que finalmente logren llegar a la estrella final.

No importa si hoy estoy arriba y mañana estoy abajo; no importa si hoy estoy sola y mañana estoy acompañada; Seguiré moviendo el aire, el agua y el fuego…


Porque se lo que soy y a donde voy…

sólo debo ser serena y paciente…

pronto este columpio será disparado hacia las estrellas…






miércoles, 18 de noviembre de 2009

Ausencia

"Ausencia es un monumento singular que trasciende cualquier explicación banal.

Ausencia tiene una propensión prodigiosa al significado. Parece atraerlo como un faro encendido; es un fenómeno irresistible, puro significante.
Ausencia es un verbo al mismo tiempo activo y pasivo; a la vez objeto y espacio, un símbolo. No es sólo una cosa.

Es posible que ausencia no sea más que una aserción a la que hasta ahora no se ha respondido. O quizá ausencia sea una herramienta, un método, cuyo uso todavía no hemos descubierto.

Desde luego ausencia es todo esto y más. Ausencia es lo inevitable, el signo virtualmente vacío. El signo que significa todo lo que es posible significar..."

domingo, 8 de noviembre de 2009

Desde hace unos ayeres...

"Me siento oscura y luminosa,
provinciana y neoyorka,
violada y violadora;

traigo un motor adentro
y me dan muchas ganas de usarlo...
para estrellarme contra una pared."

ES TIEMPO DE ARROJAR LOS DADOS Y CERRAR LOS OJOS,
CASI CON GANAS DE QUE A TODO SE LO LLEVE EL DIABLO;
Y QUE GENERALMENTE, ESO LO HACES SÓLO...
CUANDO DE PLANO CREES QUE YA TE VA A LLEVAR.


Xavier Velasco (Diablo Guardián, 2003) estará en Puebla
el próximo sábado 14 de Noviembre. Quiero un boleto.

lunes, 12 de octubre de 2009

El viernes recibí de manos de una persona muy especial, un regalo igualmente muy especial...
una pulserita azul que ahora porto sin intención de quitarmela de la mano izquierda...
en ella, un frase...


Liderazgo es,

transformar las fallas en experiencias,

y las experiencias en aprendizaje.



gracias grillo!

viernes, 2 de octubre de 2009

Conversaciones

- Wey, ¿no te prende que sea diseñadora y no pueda ponerle la navaja a un cutter?

- Es que eso es para practicantes... y tu eres máster...

bonita forma de justificar mi estupidez

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Caer




... El suelo desapareció debajo de mi.

Caí más allá de la mesa.

La sala se abrió al vacío.


La caída terminó,

pero no en aterrizaje.



Acabó cuando comprendí que:

la sensación de espacio era una ilusión,

que no había ningún espacio,

y por lo tanto,

no había caída...


Cuando Alice se subió a la mesa, Jonathan Lethem



domingo, 6 de septiembre de 2009

Capítulo VII.

I. Crucero por el caribe.

Desde hace mucho tiempo y algunos fracasos, su servidora dejó de creer en la trascendencia del matrimonio.

La última vez que me casé, el matrimonio duró bastante más de lo que la gente y yo misma llegué a pensar. Pasaron 6 años antes de que “S” y yo nos divorciáramos. Al final la diferencia de edad, los cambios de residencia y las múltiples ocupaciones laborales hicieron de las suyas; el se terminó casando con la hija de mi medio hermano (irónicamente sus cuñados pasaron a ser sus suegros) y yo decidí darme un buen respiro de las relaciones amorosos con tendencia a volverse catastróficas.

Decidí viajar, sola, para pensar y meditar…. QUE GRAN IDEA:

“Un retiro espiritual a bordo de un crucero por el caribe”

La cantidad de mujeres y –asombrosamente- hombres maduros que se encontraban a bordo de tan elegante yate con mi misma situación era alarmante. Todo un paraíso en alta mar!

El instructor de yoga de las 8 de la mañana con sus pantalones blancos, torso desnudo y respiraciones profundas para obligarnos a oxigenar todo nuestro organismo, sólo lograba que yo saliera del aula con la temperatura corporal bastante elevada y muy deseosa de meterme a la piscina principal esperando que el agua estuviera helada, UFFF y que les digo del instructor del taller de arte de las 10:30… vaya que si tenía talento!!!!! Me provocaba querer experimentar un tantito inofensivo de bodypainting, y ofrecerle mi bien cuidada anatomía cual lienzo en blanco.
La verdad es que este crucerito estaba muy bien planeado. La duración total de semejante inducción al pecado: 2 meses.
La primera mitad de mi retiro se desarrolló bastante a gusto; gente nueva, lugares inimaginables, buen ambiente, buen servicio, buenos instructores… Pero a partir de la segunda mitad, todos a mi alrededor fueron afectados gravemente por el calor del verano y las elevaciones hormonales; comencé a notar que el número de parejas aumentaba y el de solteros deseables disminuía. Esta epidemia de pasión y calentura a mí realmente me tuvo sin cuidado, con la pequeña excepción de que mis ojos pronto comenzaron a notar que la población de hombres altos, de espalda ancha, brazos fuertes, manos tentadoras y piel color marrón dejaron de aparecer solos a escena, para darle oportunidad a todos aquellos individuos que habían permanecido en el anonimato por obvias físicas razones.

Por las características del crucero estaba consciente que probablemente me encontraría con algún dominicano, puertorriqueño, colombiano, panameño, venezolano o argentino deseoso de por lo menos no irse con las manos vacías de vuelta a su país. A mi honestamente, nada me preocupaba, en el fondo yo estaba segura que si alguno de los hombres a bordo debía ser para mi, tarde o temprano -obviamente esperando más temprano que tarde- me lo haría saber.

Y así fue!

La última noche a bordo del flamante yate, se dio una fiesta de despedida a la cual acudimos absolutamente todas las personas a bordo, incluyendo aquellos que estaban muy bien escondiditos.

Yo, que había permanecida fría y calculadora con los extranjeros a bordo, decidí esa noche (contrario a lo que usualmente habría hecho) no vestirme de gala sino elegir un atuendo sencillo, nada espectacular, quería sentirme relajada, en paz, sola y sin deseos de sentir miradas sobre mi. Mi vestimenta, mi peinado y mi maquillaje esa noche no fueron los característicos de Rosalba, fueron el reflejo de un interior (después de 2 meses en altamar), relajado, simple y sin complicaciones, exactamente todo lo contrario a mi rebuscada forma de vida en tierra firme.

La noche estaba transcurriendo como me lo esperaba, baile, buenos amigos, muchas risas, buena música, buena bebida, buen ambiente y algunas miradas, recuerdo en particular la mirada de un hombre que se encontraba a mi lado derecho a unos 15 pasos, muy insistente en hacerme voltear pero cuando su esposa llegó por sorpresa y yo solté una carcajada fingiendo que era a causa de la conversación y lo miré fijamente, no le quedó más remedio que agachar la cabeza y seguir indicaciones de su ,ahora presente, esposa.

Volví a centrarme en la conversación con mi nueva amiga y cómplice Marcelle originaria de Cuba pero residente en Honduras, cuando sin avisar se presentó ante mi mesa no cualquier hombre...
...Era “el hombre”, alto alrededor de 1.83, delgado con físico de nadador, sonrisa sincera, pecas adornando sus mejillas, rizos marrón, piel cajeta y la mirada más profunda, misteriosa y desafiante que jamás haya visto.




Se paró frente a mí, me miró fijamente y sin dejar de hacerlo pronunció sus primeras palabras:

- Muy buenas noches distinguidas damas, disculpen la interrupción pero no podía permitir que terminara la velada sin decirle (mirándome casi sin parpadear), que es usted poseedora de la mirada más enigmática que exista en los mares que esté asistente de capitán haya navegado.

- (Media sonrisa con destellos de seguridad, dejando entrever que eso YA LO SABÍA)
Gracias capitán. Me parece que sus viajes en altamar le han dejado una muy buena experiencia y aprendizaje en cuanto a mujeres se trata.

- Permítame invitarle una copa.


En un inicio debo confesar me resistí, esa noche las únicas intenciones que tenía eran las de disfrutar mi soltería y no lidiar con issues masculinos, pero sin que me diera cuenta comenzamos a sumergirnos en una conversación tan simple, sencilla y natural, que se tornó exactamente en todo lo contrario.
Hacía mucho tiempo que no pasaba tiempo charlando con un hombre que no invirtiera la mayor parte de sus palabras en elogios o versos improvisados y de mala calidad, hacía mucho tiempo que no me sentía libre de poses, gestos, opiniones y hasta malas palabras. Todas mis suposiciones, paranoias, debrayes y delirios de superioridad habituales, literal se fueron a la chingada cuando entre palabra y palabra noté que sus intenciones, no serían iguales a las de otros hombres que se me habían acercado con anterioridad.

Resultó ser de esos hombres que inspiran admiración y generan adicción.

Charlamos toda la noche. Supe que llevaba 5 años como primer asistente del capitán del barco y que este pronto se retiraría para dejarle su lugar, puesto que rechazaría ya que había decidido dejar de vivir una vida de ires y venires de soledad en altamar, para comenzar a vivir en tierra firme todo lo que había estado planeando durante años. Los sueños y proyectos que habían permanecido cautivos en su mar interior estaban pidiéndole la oportunidad de ver la luz.

Su lugar de nacimiento: diferente al mío
Su lugar de residencia futura: similar al mío
Tiempo de llegada a su lugar de residencia: tan sólo unos días antes que yo.

México. Puebla de los Ángeles. Abril 1946.

Si será corta la vida, pequeño el mundo y extraño el destino.

Esa noche, hablamos, reímos, bailamos, brindamos… me sentía cómoda y relajada pero aún así intenté varias veces volver a la mesa donde estaban Marcelle y mis compañeros de viaje más cercanos; obviamente sin éxito alguno ya que cada vez que intentaba algún movimiento para alejarme, me tomaba de la cintura para bailar, brindaba, o permitía que me alejara por unos minutos a la mesa con ellos, para volver a acercarse a mí con una sonrisa en los labios y la frase tatuada en la frente “no te dejaré ir”.

Debo decir que su insistencia y persistencia no me provocaron alguna especie de repelencia ni ganas de huir, por el contrario, me gustaba ese juego de dejarme ir para volver a sorprenderme en la mesa, note un interés genuino sobretodo porque me pude percatar que no estaba interesado primordialmente en mi físico o en mi escote, por supuesto que era un valor agregado, pero en el fondo supe desde un inicio que logró ver algo más en mi, logro mirar más allá y traspasar mis actitudes frías o mis comentarios monosilábicos. Más allá de sólo verme, pudo mirarme provocando que después de 2 horas de charla, yo fuera cautivada con su sonrisa sincera, su aspecto sereno, con su plática interesante y con su determinación para salir del salón con mi nombre, un número telefónico y una promesa: Rosalba, te estaré llamando en 3 semanas, el día martes a las 5 de la tarde. Hay un lugar a donde me encantaría hicieras el honor de acompañarme.

Tanta formalidad, tanta puntualidad, tanto compromiso, tanta promesa, me provocaron un poco de malestar estomacal y obviamente una fuerte dosis de incredulidad. ¿Cómo era posible que me hubiera especificado fecha y hora tan exactas para hacer una simple y sencilla llamada para ir a tomar algo?

Enseguida me sonrió, me besó la mano derecha, se despidió galantemente de la gente alrededor y se marchó del salón para dar una de sus últimas rondas a bordo del crucero como asistente de capitán. Lo observé caminar hacia la puerta del salón, unos metros antes se le unió otro almirante, lo miré cruzar la puerta y girar hacia la derecha, siempre con su semblante tranquilo y cálido, con sus manos entrelazados por la espalda, con su uniforme impecable, su postura erguida y perfecta, con esa seguridad envidiable.

Poco tiempo después me retiré a mi camarote, comencé mi ritual habitual para eliminar restos de maquillaje, lave mi cara, me cambié de ropa, me puse cómoda y tomé el libro que estaba a punto de terminar teniendo como fondo musical un poco de jazz. Intentaba distraerme entre la lectura y la música pero mi subconsciente no me dejaba concentrar por completo.

¿Por qué este hombre había llegado a mi vida de esta forma? ¿Porqué justamente el último día a bordo del crucero? ¿Por qué el día en que más me había esforzado para pasar desapercibida ante las miradas masculinas? ¿Por qué no podía quitarme de la cabeza su imagen? ¿Por qué esperaba que fuera ese martes? ¿Por qué quería convencerme que no me llamaría, pero a la vez quería que lo hiciera? Miles de preguntas pasaron por mi cabeza hasta que finalmente logré conciliar el sueño.

A la mañana siguiente, alrededor de las 11:30 am, ya nos encontrábamos a escasos metros del muelle donde nos esperaban algunos carruajes para llevarnos al aeropuerto para tomar nuestros respectivos trayectos de vuelta a casa.

Esa mañana, al contrario de la noche anterior, había puesto especial esmero en mi arreglo personal, elegí ese vestido color verde botella que realza mi piel blanca y que hace brillar mi cabello color ciruela, un sombrero discreto y zapatillas altas para destacar un poco más. En verdad me veía espectacular y aunque yo misma me hiciera “chaquetas mentales” de que sólo lo había hecho para despedirme de mis amigos y para llegar linda a casa, la verdad es que mi mirada se encontraba inquieta en busca de ese hombre que durante 2 meses había permanecido en el anonimato pero al que le bastó un sólo instante para generarme esa cosquilla inquieta y desquiciante.
Me encontraba en popa mirando el “skyline” de la ciudad, “AHHHH que linda se ve la tierra cuando has pasado 2 meses en altamar” me sentía contenta y nostálgica, inquieta y pasiva, estaba dando las últimas caminatas sobre ese maravilloso barco cuando al mirar a través del cristal de una de las salas, lo ví. No estaba solo, se encontraba el capitán del barco, el y 4 almirantes más, platicaban, reían, se daban palmadas en el hombro y finalizaron con un fuerte apretón de manos y un abrazo. El nunca miró hacia donde me encontraba yo.

Una hora después, el silbato del Barco comenzó a cantar su últimas notas agudas, era el anuncio que habíamos anclado en el muelle. Los pasajeros al escuchar este anuncio soltamos en aplausos. Comenzaron los abrazos, los besos, las despedidas, se notaba en los rostros una sonrisa genuina pero inundada por las lágrimas que muchos no repararon en dejar escapar.

Era mi turno para descender del barco; con una mano iba sosteniendo mi sombrero mientras que la otra se iba deslizando sobre el barandal color bronce a medida que daba un paso más hacia tierra firme. Bajé completamente del barco, camine un poco para no estropear la circulación de pasajeros y giré para poder mirar con calma aquel barco que había sido mi refugio por 2 meses, era monumental, enorme; hacía un día hermoso, soleado, corría un aire ligero de un típico día de verano junto al mar, de ese que hace volar tu cabello ligeramente y convierte a la brisa en rocío apenas perceptible y agradable, olía a frescura, a un nuevo día… tomé unos minutos, cerré mis ojos, seguí sosteniendo mi sombrero y me adentré a recrear la imagen de la Rosalba que hacía 2 meses subía a ese mismo barco para compararla con lo que hoy se bajaba y volvía a casa.
¿Qué tanto había cambiado? No sólo había sido un retiro espiritual, había sido un viaje mar adentro de mi ser, hacia lo más profundo, el descubrimiento de especies que no sabía existían en el fondo de mi mar, una lucha con mis demonios, una batalla contra mis miedos, una guerra contra mis inseguridades, y de pronto me encontraba allí, mirando hacia ese pedazo de metal sintiéndome renovada, limpia, ligera, feliz… diferente...

Volví a la realidad y me dirigí hacia el carruaje asignado, era hora de partir; me había resignado a no verlo de nuevo, cuando de pronto AHÍ ESTABA, bajando las escaleras hacia el muelle en compañía del capitán y los almirantes, eran los últimos en bajar, sonreía, saludaba con su mano izquierda y su cabeza se movía de un lado a otro como en busca de algo, o de alguien. Mi carruaje ya había comenzado a avanzar.

Nuestras miradas nunca se cruzaron esa mañana.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Diálogos entre "colegas"

- Hola Blue ¿Cómo estás?

- Muy bien gracias Morada, ¿ Y tú?

- Bien también, cuéntame que has hecho Blue

- Pues fijate que le ando entrando a la onda del diseño, ya vamos a ser "colegas"

- Ah orale, y ¿eso? ¿que no eres Arquitecto?

- Pues si, pero cualquiera puede hacer un logo... digo, la noción de la forma, el color y el espacio la tengo

- Eso si, has diseñado interiores muy chidos, pero a ver... déjame ver tu logo...

- Claro ! Mira, chécalo, a mi me parece que se ve bonito, el azul como que combina con el amarillo no? Además como le vamos al América, pues mejor no?

- Ah pues, está chida tu psicología del color, yo la verdad no le voy al América.

- Además mira... le puse una letra bien chida, así como escrita a mano, nomás que me quedó como chuequita...

- Oye y ¿por qué la pusiste asi?

- Pues se ve bien ¿no?, a mi me gusta

- Pues se puede ver bien, pero si me explicas la pragmática de los recuadros, la semiótica y me dices porque utilizaste ese punto de abusamiento; además de la importancia de la tipografía que utilizaste, la psicología del color... porque además me parece que utilizaste las leyes de la Gestalt ¿no?

- Aja...

- Bueno, independientemente de que me guste, o te guste... cuéntame un poco más todo el concepto...

- Ah !!!! no pues ¿que no te dije que sólo estaba jugando un ratito con tus programas?
Yo soy arquitecto, NO diseñador...

jueves, 3 de septiembre de 2009

Crecer

Una mañana al despertar, finalmente abrimos los ojos, nos miramos al espejo y nos damos cuenta que ya no medimos 1 metro de estatura, que los pantalones que solíamos arrastrar ahora nos quedan de brinca-charcos, que en las fiestas los frutsis han sido substituidos por alcohol, que ya no usamos libretas de doble-raya sino agendas de compromisos, que nuestros juguetes ahora son artefactos para trabajar, que el número que representaba una calificación escolar ahora es la cantidad monetaria atribuida a nuestra capacidad y desempeño laboral, que las dos coletas para ir al colegio se han transformado en un cabello rojo bicolor, que a las dos perlitas discretas en las orejas se le han sumado 8 perforaciones más, que la lonchera llena para el recreo se convirtió en un desayuno a prisa y café a media mañana, que los guarachitos blancos inocentes se han vuelto tacones asesinos, que la paleta de grosella para pintarnos los labios ahora se hace llamar lipstick waterproof tono carmesí; que si reprobábamos podíamos ir a segunda vuelta pero ahora no hay vuelta atrás, que si antes llorábamos lo querríamos hacer en un hombro pero ahora hay veces en que tendremos que hacerlo en soledad, que los exámenes de la escuela han sido substituidos por pruebas de vida, que si antes nos equivocábamos habría alguien para corregirnos pero ahora sólo nosotros tenemos la obligación de retomar el camino, que si nos perdemos en el sendero de la vida es nuestra labor volvernos a encontrar, que aquellos años lejanos en que soñábamos con nuestro futuro se han vuelto presente, que ese presente se ha vuelto un desafío, que los desafíos se transforman en recompensas y que la recompensa a enfrentarse a la imagen propia frente al espejo de la vida es llegar a la cima plenos y felices.

Crecer no es fácil, menos aún cuando estamos totalmente conscientes y miramos con nostalgia todo lo que dejamos atrás incluyéndonos a nosotros mismos; cuando se siente como si esos cambios fueran golpes directos a los órganos mas sensibles del cuerpo, que no hieren pero que si dejan esa sensación punzante y la marca eterna que nos recuerda de donde venimos, lo que fuimos y eso en que nos queremos convertir.

Crecer no es fácil, de hecho duele; duele crecer. Pero es ese tipo de dolor gozable, como el que estamos dispuestos a vivir cada vez que queremos perforar alguna parte de nuestro cuerpo, ese que sentimos cuando queremos perpetuar en el cuerpo la imagen significativa de una experiencia mediante un tatuaje; Duele, pero queremos y necesitamos sentirlo porque sabemos que la sensación posterior a ese dolor será deliciosa, cálida y excitante, como saborear el más dulce de los besos perdidos en la paz nocturna de una noche lluviosa, como escuchar con atrevimiento las escalas menores de un jazz a la luz de las velas, como mirar la luna y las estrellas en un campo rodeado de amapolas, como el sonido tranquilizante de las olas del mar en un atardecer violáceo, como devorar con calma ansiosa un chocolate que pide morir en nuestra boca caliente y deseosa; así se siente, así se siente crecer.

Crecer es experimentar las subidas y bajadas de la montaña rusa de la vida, crecer podría compararse con caer a un abismo y luego salir. Es sólo cuándo tocamos fondo, que descubrimos como se siente el estar al límite del cielo.

Crecer no es fácil, pero es gracias a esas personas mágicas por las que podemos darnos cuenta que cada sacrificio, decisión y lección vale la pena, que el dolor y las lágrimas tienen su recompensa; que los ángeles existen, que el universo conspira a favor de las personas que creemos en su poder y que los guías espirituales aparecen en nuestras vidas cuando menos los pedimos pero cuando mas los necesitamos.

Son esas coordenadas al azar, encuentros inesperados, sucesos inexplicables, historias maravillosas y momentos irrepetibles los que nos abren los ojos y nos gritan con cada palpitar que crecer es la sensación más deliciosa que existe cuando lo hacemos conscientes, decididos y rodeados por nuestras personas amadas… aquellas por las que vale la pena vivir.

De pronto, abro mis ojos, me miro al espejo y caigo en cuenta…

Cuando era pequeña usaba una bolsa de supermercado para hacer mi capa de superman... Hoy sólo tengo que abrir mis alas y comenzar a volar…

jueves, 13 de agosto de 2009

Viajes en avión

En mi mente habían existido 2 grandes ideas que creía sólo pasaban en las películas cuando de hablar de viajes por avión se trata.

El primer gran deseo, es el tomar nuestro asiento y esperar con ilusión a que como por arte de magia apareciera nuestro príncipe azul que llegara a sentarse a nuestro lado, la persona maravillosa que nos arrebate la respiración, con quien podamos crear maravillosas historias de amor y de quien nos enamoremos perdidamente por el resto de nuestros días. ¿A quién no le gustaría conocer al amor de su vida, en un vuelo intercontinental de más de 10 horas? Totalmente de película.

El segundo deseo es el llegar a nuestro modesto asiento de clase turista, disponernos con resignación a soportar 11 horas de vuelo con dolor de espalda, incomodidad, estrechez en el espacio mientras escuchamos berridos de niños y bebés cercanos y entonces desear con todas nuestras fuerzas que un milagro sucediera y ser cambiados a primera clase para hacer menos fastidiantes las 11 horas de vuelo en soledad. Vendríamos tan cómodos, tan relajados, con espacio para estirarse sin necesidad de chocar con el asiento de enfrente, con esos asientos con 30 posiciones para ajustarse mejor, con masaje incluido, monitor personal, catálogo de películas, catálogo de vinos y licores, Menú gourmet. AHHH que lindo sería viajar así.


Mi vida siempre he creído, tiene tintes cinematográficos. Algunos son muy dramáticos, otros más de terror, los hay de comedia y por supuesto también hay historias de amor.

Para mis los vuelos se han vuelto comprobación de que, lo que vemos en películas también pasa en la realidad. Digamos que después de 2 vuelos importantes siento que tengo una extraña conexión con los momentos en que me encuentro en las alturas. Insisto, en otra vida debí de haber sido algún animalillo volador.

El primer vuelo que me marcó para el resto de mis días fue aquel que me llevaría hacia Barcelona a vivir la que sería una de las más intensas y profundas experiencias de mi vida. Ese vuelo, el 8 de octubre a las 12 de la tarde, ese primer deseo que creemos pasa sólo en películas, me pasó. Encontrar el amor.

De haber sido una mujer que emprendía un viaje sola, me convertí desde el momento en que lo conocí en una mujer acompañada en mente, alma y espíritu por su esencia y enseñanza. Conocí a ese hombre, que me arrebató la respiración, quien me hizo creer en el amor a primera vista, con quien viví hermosas historias y de quien hoy afirmo, a pesar de ya no estar conmigo, de los amores de mi vida, es uno de ellos.

Hoy, 10 meses después, siendo 12 de Agosto, me dirigí al aeropuerto del Prat en Barcelona para tomar el vuelo que me confirmaría tengo una extraña relación con el hecho de volar. Los asientos asignados para los 2 vuelos del día: 26 A y 27 L. Mi fijación numerológica me hizo sonreír por pensar que estaban relacionados con mi edad al haber llegado y mi edad al volver, 26 y 27. Las letras las interpreté como A de amor y L de libertad. Sonreí por encontrar magia en esos pequeños detalles aparentemente insignificantes.

Tomé el primer asiento, 26 A. Me instalé y a pesar del cansancio físico y emocional me había propuesto permanecer despierta durante la hora y 15 de vuelo para ver desde las alturas y por última vez el que había sido mi hogar por casi un año. Mi Barcelona.

Me encontraba mirando a la ventana cuando una chica con cara de preocupación y un bebé en brazos me pidió si le podría cambiar de lugar. La pregunta que me salió instintivamente fue: ¿Tu asiento también es ventanilla?

SI, también. Es el asiento 26 F.

OK. No hay problema.

Tomé mi nuevo asiento y me dispuse nuevamente a contemplar por la ventanilla. En breves momentos el avión se comenzó a mover para tomar posición y finalmente dejar de tocar tierras catalanas.

Después de unos minutos mirando la costa con nostalgia caí en cuenta de algo. El salir de Barcelona significa rodear por unos kilómetros la costa, es decir desde los asientos del lado derecho del avión se vería la playa, la costa y las ciudades y del lado izquierdo solamente el azul del mar. Ya estábamos en las alturas cuando comprendí que mi asiento original, el 26 A estaba del lado izquierdo, por lo que no tendría vista hacia la costa; en cambio después de cambiar asiento al 26 F venía sentada del lado derecho del avión y por lo tanto era posible visualizar toda la costa catalana. Ese cambio de asiento que me pidió la chica con su bebé, había sido el regalo para que hoy con toda mi alegría y nostalgia fusionadas pudiera ver por última vez mi ciudad, mis playas, mi hogar. Comprendí que esa A de amor, había sido transformada en una F de felicidad.

Llegamos a nuestro destino y con ello la hora de tomar el siguiente vuelo.

Es una extraña sensación después de haber vivido casi un año rodeada por gente de múltiples nacionalidades encontrarte nuevamente entre tanta gente de tu propio país y sentirte ajena.

Mi asiento 27 L era nuevamente ventanilla al lado de únicamente un asiento, lo cual me alegró ya que no tendría tanta incomodidad para darme mis rondas de estiramiento. Ya instalada, con la maleta de 15 kilos en el compartimiento, muriéndome de calor, de hambre y de sueño llegó un chico que muy tierno me soltó un “Estás en mi asiento”.

- No, mira ( mientras le mostraba mi billete con el 26 L impreso )
- Yo también tengo este ( pero su boleto tenía el número de asiento escrito a mano en tinta azul)
El chico acudió a la azafata para aclarar la confusión. Yo me limité a observar el ir y venir de una y otra no muy seguras de lo que había sucedido. Al cabo de unos minutos la azafata volvió.
- ¿Señorita Morada?
- SI, soy yo.
- Venga conmigo porfavor, la hemos cambiado de asiento. Ahora su asiento será el 6 A, en primera clase.

Ese segundo deseo fílmico o mejor dicho milagro me acababa de suceder.

En el primer vuelo me habían cambiado la A de amor por la F de felicidad, pero ahora de haber comenzado en la L de libertad me estaban devolviendo la A de amor. Si que me traigo algo con los vuelos….

Ahora me encuentro sentada en un siento del tamaño del sillón de mi casa, las posiciones posibles del asiento van desde mover cada parte individual, opción cama y hasta masaje. No traigo a nadie delante porque estoy en la primera fila de la sección lo que me permite levantarme cuantas veces quiera sin necesidad de pedir permiso o de hacer maniobras al pasar. Me han ofrecido cava antes de despegar, aperitivo y nueces. Me han dado el menú y he comido los entrantes, pan caliente con aceite de oliva y atún ahumado con naranja, aceitunas y almendras con ensalada de escarola, después como plato principal dorada con chipirones y butifarra, con ajos tiernos y tirabeques y de postre una tarta deliciosa que mezclada con las 3 copas de vino blanco Fontal 2008 me causaron un efecto somnoliento durante casi 2 horas mientras intentaba ver cómodamente la primera película.

Varias horas han pasado, estoy a 3 de llegar de nuevo a mi México lindo y querido y nos disponemos a comer ensalada de cangrejo, jamón ibérico con espárragos verdes y pollo al vapor con mayonesa de tomate seco; y porque no, una copita mas.

Nunca había viajado en primera clase. Digamos que no había estado a mi alcance y por lo pronto económicamente hablando no lo estará, pero lo que sí está a mi alcance es seguir soñando, creer que la magia existe y que por ende cualquier cosa puede pasar; no existen imposibles.

Esa capacidad de creer, estoy convencida es la que me ha enviado demostraciones intensas mientras me encuentro volando por los cielos.

Esos dos deseos de película se me han cumplido y sonrío agradecida. No hay otra manera posible de sentirme porque lo sigo confirmando soy “Hija de la fortuna”. Ese libro que elegí para comenzar la vida en mi ciudad de sueño: Barcelona, es en realidad la historia de un capítulo de mi vida, que está llegando a ese momento cúspide que muero por vivir. Ese libro no está conmigo, pero deseo pronto lo esté.

Cada vez confirmo con más señales que la magia existe. Que no hay que caminar cuando podemos volar; Que estoy lista. Que debo seguir creyendo y que algo increíblemente espectacular está por llegar.

sábado, 8 de agosto de 2009

volvió

Mi álter ego volvió...
y por lo que veo, considero deberían andarse con cautela ...

Ja.

Ya era hora !!!


Smile to me.... before I die !

martes, 4 de agosto de 2009

Cuando...

Cuando el final de la carrera se acerca a pasos agigantados hacia nuestro encuentro,


Cuando se mira la meta cada vez más cerca y logramos sentirnos listos para cruzarla,


Cuando se siente la brisa sanadora de la libertad,


Cuando se vive en sintonía con el poder latente de la inmensidad del universo,


Cuando se escucha música en nuestro interior, aún cuando hay silencio en el exterior,


Cuando se experimenta esa vibración intensa que brota por cada poro del cuerpo,


Cuando se cree que la magia existe…




Es porque algo…



increíblemente grande,


asombrosamente maravilloso


y mágicamente sideral…


está por suceder ¡





Estoy lista….
En cuerpo, alma, mente y corazón !