martes, 30 de julio de 2013

Veintisiete del siete


P  A  R  A      J  A  B  I  N 


Según mis calculos son las 12 de la noche en punto y tengo la esperanza de que aún no se haya ido a la cama. Trato de llamarlo, no una ni dos, sino 7 veces y la voz femenina al otro lado de la línea no deja de decirme en un idioma exótico:

 “the line is busy, try again later”
-lo sé porque al final lo ha repetido en un ingles pseudobritánico-.

Tratar de comunicarse con alguien que se encuentra a 10 horas de diferencia horaria para bridarle una cálida felicitación de cumpleaños y pretender ser la primera en hacerlo no me está resultando tarea fácil. Un miserable 5% de batería restante en mi movil, más la pésima señal en carretera acaban con mi paciencia. Tendrá que ser más tarde.
           
Algunas horas después vuelvo a intentar. Al fin entra la llamada y escucho su voz somnolienta al otro lado del teléfono –y del mundo-.  Agarro la onda, carajo, su teléfono ha sonado mucho antes que el despertador, son las 5 de la madrugada.

Hablamos pocos minutos; estoy consciente que ni su sonámbulo ser, ni las tarifas estratosféricas de la companía telefónica me hubieran permitido decirle todo lo que había estado pensando desde hacía unos días.

Quería decirle muchas cosas.

Quería recordarle que es un gran ser humano, de esos que no te cansas de escuchar, ni de ver, ni de admirar, ni de querer; de esos por los que agradeces porque entienden con una mirada, animan con una sonrisa, comparten las bendiciones, engrandecen los logros, dividen las penas y duplican las alegrías; de esos que sencillamente uno quisiera en su vida.

Quería decirle que es el mejor compañero de viaje que jamás haya tenido. Quería que supiera -aunque ya bien lo sabe- lo mucho que le agradezco a la vida el haberme regalado la oportunidad de coincidir con el en mi paso por esta vida; lo mucho que aprecio la manera en que ha transcurrido el día a día, con tropiezos, vivencias y grandes lecciones. Se que seremos capaces de tomar las decisiones correctas, de descifrar el camino que el universo elija para nosotros, de aceptar lo que esté destinado a suceder. Yo sabía que ambos teníamos un regalo que darnos; yo sabía que una persona como el iba a ayudarme a mi, y que una persona como yo, lo iba a ayudar a el; ya estaba escrito, no podría haber sucedido de otra forma.

Quería también decirle que lo quiero.
Que lo quiero bonito; sin complicaciones, ni obligaciones; lo quiero nomás por que quiero quererlo.

Quería exclamarle un...
felicidades !!!!! grande, grande...
 No un escaso “felicidades por un año más de vida”, no no no.
Eso sería algo insuficiente para alguien que ha logrado más que tan sólo “cumplir años” porque para cumplir años, bastaría quizá con sólo esperar a que el tiempo transcurriera. No no no.



Quería regalarle un...
felicidades !!!!! grande, grande... 
por su entrega, pasión y valentía; por su determinación,  constancia y fé. Por mantener siempre  los pies en la tierra, por ser un luchador que ha crecido con pasos firmes, por creer en si mismo a pesar de las adversidades, por creer en el verdadero significado del amor. Por ser ejemplo de hijo, hermano, amigo, colega, pareja, amante, cómplice y ser humano.



Quería decirle un...
felicidades !!!!! grande, grande...
por lograr lo antes inimaginable, por realizar lo impensable, por conquistar lo inalcanzable; por no dejarse vencer, por superarse a si mismo, por tomar la vida por los cuernos, por llegar hasta el otro lado del mundo...




felicidades !!!!!

...No por cumplir UN AÑO MÁS de vida,

sino por cumplir UN SUEÑO MÁS en tu vida.




1 comentario:

Unknown dijo...

:))))))))))))))))))